Lanata persigue a los twitteros K

Resulta increíble ver que Jorge Lanata, el periodista inmobiliario del stablishment, dedica su programa dominguero a investigar a quienes twittean y re-twittean en afinidad con las políticas del gobierno. Primero por ser una cuestión intrascendente y segundo por enfocarlo a las cuentas de twitter "K", no hay twitteros del "Pro"? los twitteros de Alfonsín donde están? Las redes sociales son utilizadas por todos los partidos y organizaciones y abrir una cuenta en dichas redes sociales es sencillo ya que no se requiere demasiada información.

Pero el verdadero objetivo de estas pseudo investigaciones periodísticas es dar a entender que los militantes cibernéticos que apoyan la gestión de CFK son truchos o reciben algo a cambio por ese trabajo. Esta intencionalidad no llega a molestar a ninguno de los que escriben en foros o defienden ideas políticas afines al gobierno por redes sociales ya que todos estamos al tanto que la Presidenta ganó por 54 % de los votos de los ciudadanos habilitados a votar y no por las cuentas de twitter falsas con sus correspondientes re-twitteos, se ganó con políticas y no con amigos de facebook, se ganó con un proyecto y no por escribir "Clarín miente" debajo de las notas firmadas por Morales Solá. Lanata lo sabe también, y mejor que todos nosotros, por eso además de ser poco relevante la investigación del domingo, es hipócrita y tiende a hacer creer algo que no es. De todas formas este último punto no nos sorprende porque también conocemos el medio para el cual trabaja Jorge Lanata (el más débil en la lucha contra la ley de medios audiovisuales), el medio al cual atacaba en su faceta progresista. Este mismo blog puede ser considerado, por quien le vendió el diario Crítica a Marsans, un espacio utilizado por un bloggero K.

El otrora periodista progre que, perdió toda representatividad y credibilidad en el pueblo, convirtió lo que la oposición podía esperar que sea el bastión "de la resistencia" (como diría lilita) en la tv abierta, en un poco relevante programa de humor político que además apunta unidireccionalmente al gobierno de Cristina Fernández.

Si todo el que defiende las políticas de gobierno va a ser llamado twittero K, bloggero K o remisero K, Lanata bien podría ser tildado como un "periodista opositor" con la pérdida de objetividad que ese rótulo conlleva. A decir verdad sería lo más indulgente que se puede decir de Lanata. Aludir de esa forma a quienes defienden el proyecto de país puesto en marcha en 2003 es totalmente prejuicioso y tiende a estigmatizar, a señalar y a perseguir, casualmente esas titulaciones provienen de los mismos que luego se rasgan las vestiduras y se sienten perseguidos "porque en la Argentina no hay libertad de expresión". El papel(ón) de la última versión lanatense deja lugar al panquequismo del que fue protagonista Lanata. Panquequismo mejor detallado aquí.

Respuesta al informe de Twitter que dedicó Duro de Domar: